En Madeira, el sol sigue brillando en otoño con la misma intensidad que en verano. Todavía se puede aprovechar el clima templado, bañarse en el mar y relajarse en plena naturaleza. Por si fuera poco, la perla del Atlántico, la isla de las flores, está calentando motores para hacer que sus visitantes vivan una Navidad de ensueño.
Los amantes de las compras navideñas no pueden perderse el tradicional mercado del 23 de diciembre. La tradición de realizar las últimas compras de Navidad en la noche anterior a Nochebuena atrae miles de madeirenses y turistas a las calles del Mercado de Labradores, en Funchal.
En este impulso contagioso, que atrae asimismo a numerosos visitantes, se hace notar el verdadero espíritu de la fiesta navideña. Las calles aledañas al Mercado, cerradas al tráfico, se transforman en un escaparate ampliado donde se exponen los productos regionales: frutas, legumbres, flores, dulces y bebidas típicos de Navidad. Por su parte, los bares de la zona aprovechan la ocasión para mantenerse abiertos toda la noche, ayudando así a convertirla en una de las noches más largas y animadas de Madeira.
Pero este no es el único plan navideño. Las Misas del Alumbramiento, entre el 16 y 24 de diciembre anuncian el nacimiento de Jesús y la animación vuelve a las calles gracias al fervor religioso.
Disfruta, con CNTravel, de unas navidades en el jardín flotante sobre el Atlántico y empápate de la tradición que se inicia con el alumbrado de Funchal y la instalación de un pesebre a tamaño real.